Rosângela Rennó y la memoria fotográfica: mirar el pasado para construir el presente con recuerdos

Rosângela Rennó es fotógrafa, pero sobre todo, una rescatista: sirviéndose del pasado y sus vestigios, la artista conceptual brasileña crea con recuerdos el presente, o pesca de allá lejos y hace tiempo aquello que va camino al olvido. También hace fotos imposibles: registra la huella de una imagen perdida para siempre. O inventa recuerdos, como el video que recrea un diálogo probable ocurrido hace 500 años. Su obra parte de la idea de que el pasado es irrecuperable y de que todo acto de memoria supone una reinvención: «No me veo manejando las cosas obvias de hoy, como las imágenes de Instagram. Me interesa lo que la gente olvida y va a ser necesario en un futuro. Esos pantanos son los que me dan ganas de trabajar y producir algún sentido para mi país y para mí misma. Son obsesiones», dice.

Reconocida en el mundo, su obra está presente en dos exposiciones que se pueden ver ahora en Buenos Aires, dentro de la Colección Daros Latinamerica que exhibe Fundación Proa, y en el Malba. En este museo, mañana, a las 18.30, dialogará con Agustín Pérez Rubio, curador de la muestra Memorias Imborrables, invitada por la feria Buenos Aires Photo, que inicia así un programa de acciones mensuales para difundir la fotografía latinoamericana. A mitad de camino entre el documento y la ficción, Rennó inventa nuevas materialidades para la fotografía: hace collages de fotos preexistentes, superpone diapositivas, agrega veladuras, desenfoca, crea fantasmagorías, reproduce imágenes con proyectores vetustos para lograr la mirada nebulosa del recuerdo, y borra las huellas de la autoría. La propia y la ajena. Trabaja con archivos, revitalizándolos en instalaciones, videos, esculturas, proyecciones o libros. «Fotografiar es un pretexto para hablar de varias cosas que son más grandes: comprender olvidos de la memoria histórica, hablar sobre el espacio público, el mercado de arte y, sobre todo, la humanidad», observa. En el video que se ve ahora en Malba, Vera Cruz (2000), de la Colección Videobrasil, recrea un registro que nunca existió a partir de una carta que cuenta el descubrimiento de Brasil, en 1500. Diálogos subtitulados y una imagen que no está, con las dificultades técnicas de un viejo documento, como ruidos, rayones, hongos y otros accidentes típicos de una película vieja. «Los hechos exactos son imposibles de recuperar, por eso prefiero trabajar con las amnesias, más que con las memorias. Me gusta intervenir, añadir algo a los agujeros. Y me interesa tener mucha más ficción que documento dentro del documental. La carta que los brasileños tenemos por certificado de nacimiento es una ficción, porque Brasil ya había sido descubierto antes. Son construcciones manejadas institucionalmente para que comprendamos la historia a partir de lo que el poder decide que son momentos importantes. Hay muchos agujeros en nuestra historia, no hay un flujo continuo y hay varias lagunas de amnesia. Busco ese punto de olvido», explica su procedimiento.

Por eso, también la desvela es el patrimonio histórico que se pierde. “Hay falta de consciencia en la construcción de nuestra memoria. No se invierte tiempo y dinero”, dice. De eso se trata la serie de fines de los años ‘90 Museu penitenciário – Cicatriz, que se ve en Fundación Proa (hasta el 13 de septiembre), donde integra la exhibición de obras de artistas latinoamericanos de la Colección Daros Latinamerica, curada por Rodrigo Alonso y Katrin Steffen, que aborda tópicos como las tensiones geopolíticas, la violencia tanto pública como privada, las resistencias y utopías, y el cuerpo como sede del conflicto social. En este último núcleo, desplegado en Sala 3, frente a los cuerpos mutilados de las obras de Miguel Ángel Rojas, que reflejan la violencia de su Colombia natal, y cerca de la boutique de peletería humana de Nicola Constantino, Rennó busca la belleza en las fotografías las pieles tatuadas de presidiarios y en registros de sus cabezas de principio de siglo XX, que rescató de un archivo que hoy, veinte años después, sigue olvidado. De las cajas con 20.000 negativos en vidrio que encontró y pretendía que fueran la base de un museo penitenciario en San Pablo, rescató del abandono 300 imágenes que reprodujo, y aportó investigación e ideas para organizar el archivo. “La historia es difícil de construir porque justamente los documentos no son bien tratados en Brasil”.

La manía coleccionista de objetos relacionados con la fotografía sigue vigente en Rennó, por lo que estos días andará recorriendo mercados de pulgas, en busca de lentes y proyectores. “Me gustan todas las formas de registro a través de la fotografía: los archivos, los periódicos, los álbumes de familia. Me gusta comprender los ciclos de vida de las imágenes”, dice. Su pasión por los objetos se hizo visible en la instalación Menos-valia [leilão] que presentó en 2010 en la 29 Bienal de San Pablo. En ferias de viejo de distintos países encontró 73 artefactos del mundo de la fotografía que se disponían para un remate que tuvo lugar al final de la bienal. Cada uno, con su cartel de precio de origen. “La fotografía fue un pretexto para discutir ideas del mercado de arte y mercado de los objetos, y su ciclo de obsolescencia”, cuenta. A veces, sus fotos muestran las ausencias de las fotos. Tiene dos libros que documentan el robo de fotografías históricas. El primero es de 2009 y registra el reverso de las fotos que fueron recuperadas tras un hurto de 751 fotos históricas de la Biblioteca Nacional en 2005. Se titula 2005-510117385-5, como el número de identificación en el registro policial. Rennó digitalizó los reversos, donde quedaron impresas las huellas del vandalismo, su fecha de recuperación y las instituciones o personas que colaboraron para eso. El segundo es A01 [COD. 19.1.1.43] – A27 [S|COD.23] y mereció en 2013 los premios al Libro del Año en Paris Photo y al Libro Histórico en los Encuentros de Fotografía de Arles. Su trabajo reproduce el 20% del contenido fotográfico de los 27 álbumes de fotografías y diversos documentos que constituían la Colección Pereira Passos Malta, del Archivo General de la Ciudad de Río de Janeiro, que contenían fotografías de Augusto Malta y sus hijos Aristógiton y Uriel, fotógrafos oficiales de la prefectura, entre 1903 y la década de 1950. En los ‘90, los álbumes fueron restaurados y acondicionados en cajas especiales, pero en 2006 el contenido de 19 de ellos fueron robados. Rennó registró lo que quedó: fotos cortadas, páginas arrancadas, sobres sin contenido y alguna que otra foto solitaria. “La cuestión no es la imagen en sí, sino el no respetar la existencia de los objetos. Si no los guardamos, un día no vamos a tener qué digitalizar. No vamos a poder solucionar la falta de memoria. Hay trabajar en las estructuras y los sistemas, ¡hay tanto que hacer! La fotografía para mí es la materia prima, en este caso”, explica. Tiene planeado hacer un tercer libro sobre fotografías robadas, pero no decidió aún sobre cuál caso se tratará. Lamentablemente, tiene varios para elegir.

De la serie Operação, que la artista de Belo Horizonte realizó en 2014.

De la serie Operação, que la artista de Belo Horizonte realizó en 2014.

Rosângela Rennó (artista brasilera, 52 años)

  • Vive y trabaja en Rio de Janeiro. Se licenció en Artes Plásticas por la Escuela Guignard y en Arquitetura por la Universidad Federal de Minas Gerais. Tiene un doctorado en Artes por la Escuela de Comunicaciones y Artes de la USP.
  • Sus últimas exhibiciones individuales fueron en Prefix Institute Contemporary Art (Toronto, 2008), Pharos Center for Contemporary Art (Nicosia, 2009), Bazar Mitre, Centro de Fotografía (Montevideo, 2011), Centro de Arte Moderna CAM – Fundação Gulbenkian (Lisbon, 2012), FotoMuseum (Winterthur, 2012) y Centro Atlántico de Arte Moderno CAAM (Gran Canaria, 2014). Ha participado de las 45a y 50a Bienales de Venezia, la 22a y 29a Bienal de São Paulo, entre otras.
  • Su libro A01 [COD. 19.1.1.43] – A27 [S|COD.23] mereció en 2013 los premios al Libro del Año en Paris Photo y al Libro Histórico en los Encuentros de Fotografía de Arles.

El miércolIMG_1363es a las 18.30, dará una conferencia en el Malba, acompañada por el director artístico Agustín Pérez Rubio. Las entradas se retiran una hora antes en la recepción del museo (Figueroa Alcorta 3415). Gratis.  Publicada en La Nación Cultura, 07 de julio de 2015 | Publicado en edición impresa. Link: http://www.lanacion.com.ar/1808257-memoria-fotografica-mirar-el-pasado-para-construir-el-presente-con-recuerdos



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