“Me fascinan la moda, las tramas, los patterns, las estampas y estoy feliz con esta experiencia”, dice José Luis Anzizar, artífice de la instalación Será un jardín feliz en el Espacio Vidriera de Tramando y de las estampas de la nueva colección de Martín Churba, DNI Diseño Nacional con Identidad. Sus colores de la serie Urban Papers se transforman en jardín y el jardín se transforma en ropa: coral, ciruela, verdes, amarillos, azules, celestes, violetas, lilas, rosas. “Es mi primera incursión en la moda, que me fascina. Amo el papel y también lo textil. En el Jardín feliz, mis recortes se transforman en estampas sobre tela que se transforman en ropa que se vuelven a transformar en papel y generan nuevas formas”, dice Anzizar. Interviene la vidriera de Unicenter, Paseo Alcorta y de la casa matriz, Rodríguez Peña 1973. En nueve años Churba trabajó con más de 45 artistas. “Estar cerca del arte es una elección”, dice Churba. Él mismo se autodefine artista. Estudió Bellas Artes. Su primera exposición como diseñador o artista fueron tapices que pintaba a mano. Todo eso le permitió crear mi propio lenguaje.
Pero hay más artistas “estampados”. Poty Hernández acaba de presentar una colección con obra de Antonia Guzmán serigrafiada. Sus geometrías de tonos terrosos se convierten en estampas y texturas hechas a mano en paños selectos. Con ellos luego Hernández diseña las prendas de morfología simple y lánguida la colección Renacimiento. Cada temporada se basa en un artista determinado: toma su obra, su personalidad, sus colores y su estilo. En este caso, el impacto vino de Ecos de Oma al Sur, la muestra que hizo Guzmán en el Museo de Arte en Tigre, con espíritu ecologista (ver acá la lista de locales y la colección completa http://potyhernandez.com).
Fotos: Poty Hernández
Y Min Agostini tuvo hasta hace poco en su vidriera los vestidos intervenidos por Yuyo Noé, Eduardo Hoffmann, Eugenio Cuttica y Juan Lecuona para los estudios abiertos de Central Park 2012. Y también la cartera ACODARTE diseñada con Marta Minujín. A Martha le hizo 40 overoles de los géneros más disímiles y aquel vestido colorado, uno de los únicos con que se vio a la artista más pop, para la inauguración de su retrospectiva en el Malba. Agostini está de moda en el mundillo. En primera fila de su desfile de la semana pasada en el Tattersal estaban Naná Poleselo, el propio Rogelio y Karina El Azem. Alicia de Arteaga es otra fan, lo mismo que Victoria Noorthoorn, que preparó sus valijas para su estadía como curadora en la 11ª Bienal de Lyon, toda con ropa de Min.
Ella es arquitecta (trabajó en el estudio de Solsona durante la obra de Aeropuertos Argentinos 2000), diseñadora autodidacta y trabaja sus diseños como una escultura que va modelando en el maniquí: Recorta, pliega, envuelve y va observando la caída de la tela. Recién después se desarman sus obras para sacar el molde… o no, quedan como piezas únicas. Irrepetibles, como la obra de un artista. Las llama construcción al cuerpo (su showrrom está en Gorritti 5204).
No es de extrañar que con la creatividad que tiene pronto veamos su primera exposición individual… la hermana le regaló para el cumpleaños una bolsa de chatarra, con la que ella crea objetos decorativos para su casa… o podríamos llamarlo esculturas.
Este texto corresponde a mi columna radial del programa Artes Combinadas con Victoria Verlichak del 2-10-13. Se puede escuchar acá a a partir del minuto 33:
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Categorías:Agenda de arte (radio)
María Paula Zacharías 
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