“Nómades que corren hacia ningún lugar, hacia ninguna parte” protagonizan la exposición de los últimos trabajos de Magdalena Beccarini en la galería Atica.

– ¿Cuál es el tema de la muestra?

– La inmigración. Es un tema que me pega mucho y que vengo trabajando desde hace bastante tiempo. Hace cinco años que vivo en Milán, el pueblo donde nació mi abuelo, que después emigró a la Argentina.

– ¿Los dibujos son bocetos?

– Sí. Repito diminutos personajes en hojas de block, que después pueden o no pasar a mayor escala. Tengo un centenar de esta serie y acá muestro los últimos, que son los más acabados. Es la primera vez que los expongo.

– ¿Qué sucede con los personajes en esa repetición?

– Se van transformando. Y entonces ahí elijo o descarto personajes, según van encajando en los espacios de un cuadro, van apareciendo, cambiando de colores y dimensiones.

– ¿Hace un casting, una selección de personal?

– ¡Sí! Es lo más divertido.

– ¿Cómo van cambiando sus obras a lo largo del tiempo?

– Siempre hago gente en tránsito, moviéndose. Antes trabajaba más en espacios cerrados, en los que la mujer era el centro de la acción. También trabajé mucho con Plaza Las Heras. Me gustaba mostrar los contrastes de la ciudad en verano.  Ahora sigo con exteriores, pero noto algo nuevo: los personajes se van entrelazando y marcan recorridos.

Hasta el 21 de agosto, en  Libertad 1240, pb 9.

LNR, 15-8-04

Categorías:Artistas

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