Frente a una reserva, en la vera del Paraná, muy cerca del puente que une Corrientes y Resistencia, está la casa de Beatriz Moreiro. Recorremos el jardín que inspira toda su obra, con sus árboles, plantas, pájaros, nidos, hongos y bichos de todo tipo, que ella transforma en dibujos, grabados y esculturas, como se vio hace poco en la galería Quadro. Pasa un chancho, hace ladrar a los perros, y nos metemos en su casa y en el taller para seguir hablando: «Sin no hago nada es como estar un poco muerta», dice Beatriz, y recolecta hojas para una futura videoinstalación o graba hongos en metal con un aparato inventado por ella. Inspiradora entrevista con una artista enamorada del paisaje chaqueño.
Categorías:Artistas de entrecasa
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