ROSARIO.- El tranquilo barrio La Mandarina, en Saladillo, amaneció el domingo surcado por 26 pasacalles que desgranan una carta de amor misteriosa y apasionada. Hoy es un día perfecto para todo. Sos cada día más hermoso. Tenés algo en esos ojos, en esa mirada. Sé que sos parte de mi mundo. Los vecinos comenzaron a hacer conjeturas sobre el autor y a mirarse entre sí con suspicacia, hasta que se supo: comenzaba con esa intervención artística la duodécima Semana del Arte.
En La Mandarina hubo una una bicicleteada para releer la carta de un amor de juventud que el artista Maxi Rossini transformó en arte. «Me interesaba llevar algo muy íntimo al espacio público. Antes me dediqué a registrar pasacalles: tienen algo de declaración de amor y a la vez de manifestación, de decir algo en voz alta», explica el artista. El lugar de la acción no es casualidad. «Me gusta estar cerca de la Escuela Municipal de Bellas Artes Manuel Musto, y su entorno de casonas burguesas venidas a menos», dice Rossini.
«La Semana del Arte trabajó con los referentes territoriales de la ciudad para elegir los espacios que alojan las doce intervenciones urbanas», explica Roberto Echen, curador y fundador de la 12SAR. “Los artistas aplicaron a una convocatoria nacional, fueron preseleccionados y trabajaron en una clínica con los jurados durante los tres días de la fase previa de la 12SAR, que fue el Congreso Abierto de Arte. No queríamos sólo señalar lugares. Los recorrimos y hablamos con la gente: el espacio es cómo se habita, cómo se relaciona con el entorno, su historia. Eso estuvo en las bases”, agrega.
Como novedades estuvieron las jornadas Arte Puertas Adentro (APA), un circuito de 40 talleres abiertos de artistas, y la primera noche de galerías, que el martes agrupó nueve espacios en una seguidilla de cócteles. Como siempre, la subasta La Fugaz aceitó las ventas, que anteanoche tuvieron pujas encendidas en el Museo Castagnino. Antes hubo una venta de garaje, feria de artistas emergentes que ofrecieron piezas por menos de 907 pesos.

Roberto Echen en Cine Luciérnaga (Ph: Christian Delgado).
La palma de la mano
En el Cine Lumiere está la acción más íntima y poética, obra de los artistas de Bahía Blanca y Buenos Aires Nicolás Testoni, Toia Bonino y Cristian Delgado. Cine Luciérnaga ofrece funciones individuales. «Nuestra propuesta de expandir el cine tiene que ver con comprimirlo», dice Testoni. El espectador es acompañado por el acomodador hasta una butaca y la película de un minuto de fines del siglo XIX se proyecta en las palmas de las manos. La sala está vacía y oscura. Una bailarina baila y agita su vestido, tan mínima y delicada que dan ganas de cerrar el puño y salir corriendo.
Otras piezas dejarán huella, como el mural de formas geométricas de Mimí Laquidara, que dio nueva vida al frontón de la Plaza de la Cooperación. Yuyo Gardiol -gestora de APA- reverdeció un centro cultural y un centro de salud de zona oeste: “Hace dos meses que estamos trabajando con los vecinos. Cortamos yuyos, escarpamos la tierra y plantamos los gajos y plantas que vamos trayendo. Entre todos nos ocupamos del riego”, cuenta. Mientras, en el barrio porteño de Once, Gardiol tiene un campo de trigo en la galería de Panal 361 (Jean Jaures 361). Hoy termina la muestra y repartirá a los visitantes las 2000 macetas que hizo crecer durante cuatro meses en los patios del edificio.
Sobre la memoria rosarina trabajaron Beatriz Vignoli y Claudia Blotta, que pensaron las seis estaciones de Artista invisible para unir el pasado artístico y poético de la ciudad, y su presente a través de acciones y de una plataforma virtual. «Es un viaje por la ciudad que hace visibles los lazos de la comunidad», dice Vignoli. Han llegado también artistas de otras partes del país. Participan dos colectivos tucumanos: El Bondi hizo un asentamiento creativo en el río, al costado del CEC, con «asados obreros» y partidos de fútbol-tennis. El Galpón trabaja con dos familias del Barrio Alvear en la construcción de un retrato audiovisual.

El Bondi (Ph: MPZ)
Desde Necochea, Alejandra Veglio trajo con una empresa de mudanzas cuatro toneladas de piedras para la muestra Sudestada que se ve en el CEC. El viernes, desde las 6, las va a picar. «No quería dejarlas. Prefiero romperlas y que se mezclen con la ciudad», cuenta. Una acción audiovisual relacionada con la obra abrió la semana. Un ruido de piedras se escuchaba desde la vereda del Cine Lumiere. Adentro se podían ver las imágenes mudas que la acción que lo generaba.

Ph: Mimí Laquidara
El sanjuanino Cristián Barandica Ruiz tomará la presión a los visitantes de museos para una futura exposición. También carga un maletín Luciana Paoletti, investigadora del Conicet y artista que recorre la 12SAR tomando muestras de microorganismos. Los cultivará en su laboratorio para fotografiar, como un registro de la semana.
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