Está dejando de ser aquel barrio de talleres mecánicos y vecinas en chancletas, para convertirse en meca de galerías y talleres de artistas. Antes, sólo resistían en la periferia las galerías especializadas en fotografía ArtexArte y la Ira de Dios. Pero en cuestión de meses, hicieron pie un puñado de galerías y espacios que incluyeron a Villa Crespo en los glamorosos circuitos Gallery Nights, sólo que en formato diurno y en sábados, cuando es ideal para pasear por sus calles arboladas y silenciosas.
Cuando aquí sentó sus nuevas base de operación la mítica Ruth Benzacar (Ramírez de Velazco 1287), dejó en claro que el galpón blanco le gana al cubo blanco: el arte contemporáneo exige otras dimensiones para su exhibición, porque ya no se muestran cuadros en la pared sino instalaciones en el espacio, como la cámara de fotos escala gigante que instaló el colectivo Provisorio Permanente y ahora las obras de gran formato de Jazmín López.
“La movida del arte en Villa Crespo, aunque es bastante nueva, se súper siente. Cuando recién nos mudamos éramos prácticamente las únicas, pero ya nos pasaba de cruzarnos con Leandro Erlich en la vereda y encontrarnos con varios amigos en el café de la esquina. Ahora somos muchos los que vivimos y trabajamos por la zona, y compartimos los datos de la dietética buena, el mercado orgánico, el profe de yoga, la pileta, la masajista. ¡Es como una gran comunidad!”, dice la joven galerista Larisa Zmud. La pujante Slyzmud (Bonpland 721), que dirige junto con Natalia Sly, está teniendo tanto éxito que sumó una segunda sala a una cuadra. Su formato es el de pequeños locales retro. Cosas que le pasan a Zmud en Villa Crespo: ir pedaleando por la bicisenda y encontrarse en la esquina a Julia Converti, gerenta de ArteBA, parando un taxi. O ir por la vida halagando pintores: “Hace poco, volvía de la galería a casa y por la vidriera de un bar le tiré un beso a Nahuel Vecino”.
A pocas cuadras está la galería especializada en arte conceptual Document Art (Castillo 243), que ni se molesta en tener vidriera a la calle, porque las galerías modernas prescinden de esas y otras convenciones., Y Gachi Prieto se mudó desde Palermo a la calle Aguirre y ahora es vecina de La Ira de Dios, donde tienen talleres varios de sus artistas. La Ira estaba antes en un departamento, pero anexó hace unos meses un gran galpón y viró a asociación civil sin fines de lucro. Dirigida por los artistas Pablo Caligaris y Carolina Magnin, recurrieron al financiamiento colectivo (ideame.com) para un primer reciclado del espacio, que demandó 34.000 pesos juntados en tiempo récord. En el primer piso alquilan estudios a artistas, como Matias Siragusa, Fabro Tranchida, Florencia Alvarez Guardo, Eva Shin, Karina Acosta, Julián León Camargo, Silvana Muscio, Mariana Villafañe, Alejo Hoijman, Dante Litvak, María Elisa Luna y Bárbara De Lellis. Y ya comenzaron un programa de residencia por un mes para artistas extranjeros.
En julio se sumó una galería más: después de 19 años de vida palermitana, Néstor Zonana mudó Pabellón 4 Arte Contemporáneo a Ramírez de Velasco 556. “El crecimiento del barrio es notable desde hace tres años. Está viviendo un proceso parecido a lo que sucedió en Palermo, donde abrí la galería cuando únicamente funcionaban algunos barcitos en el perímetro de Plaza Serrano y viví de cerca cómo fue creciendo. Algo muy similar pasa en Villa Crespo, un barrio de casas bajas, muy tranquilo, con una ubicación privilegiada, ya que está delimitada por dos de las principales avenidas de la ciudad (Córdoba y Corrientes), próxima al corredor de Juan B. Justo y con un fácil acceso. Es un barrio alegre, activo, donde hay gente de todas las edades y conviven diferentes culturas”, dice el galerista. El nuevo Pabellón 4 ocupa un PH de 120 años, con una sala principal de techos altos, un amplio patio techado donde habrá charlas y seminarios, una trastienda, un laboratorio de fotografía blanco y negro, y en los próximos meses, una biblioteca de consulta con libros de diseño arte y arquitectura.
En esa misma modalidad de las grandes casonas readaptadas está Nora Fisch y su nueva sede en avenida Córdoba 5222. “Creo que es prematuro afirmar que la aparición de seis o siete galerías cambiaron un barrio tan complejo y culturalmente rico como Villa Crespo, pero definitivamente se está convirtiendo en un polo de arte no sólo por nuestra presencia sino también porque muchísimos artistas viven y trabajan en la zona”, señala Fisch.
Se refiere a Vicente Grondona, Leandro Erlich, Jorge Macchi, Carlos Huffmann, Pablo Siquier, Fernanda Laguna, Lux Lindner, Natalia Cacchiarelli, Andrés Waissman, Juan Doffo, Osías Yanov, Amadeo Azar y Dolores Cáceres, entre muchos otros artistas con taller en la zona. Y también está San Crespín, espacio autogestionado por ex alumnos del Programa de Artistas de la Universidad Torcuato Di Tella que quisieron seguir compartiendo taller y alquilaron un viejo estudio de publicidad refaccionado como espacio de trabajo. Coinciden ahí Mariana Sissia, Paola Vega, Teresa Giarcovich, Joaquín Boz, Adrián Unger y Donjo León. Tienen la costumbre de abrir las puertas todos los meses, convidar pizzas y compartir charlas con artistas invitados.
“La gente está viniendo, el circuito ya está funcionando, es frecuente que yo les dé a los visitantes instrucciones de cómo llegar caminando a las otras galerías o que venga gente desde ellas. De hecho, tenemos más visitas que cuando estábamos en Barrio Norte, y vienen bastantes extranjeros. En un radio de unas ocho cuadras hay un puñado de galerías muy interesantes, que vale la pena visitar, ojalá otras también se muden a la zona”, se entusiasma Fisch.
Las galerías ya se están coordinando, y comenzaron a abrir los primeros sábados de cada mes, de 11 a 16. Abre Villa Crespo se llama la iniciativa y la impulsa la revista y sitio web Amo Villa Crespo (http://www.amovillacrespo.com.ar/), que es una guía de lugares y servicios. “Dio muy buen resultado. Vino mucha gente, muchos interesados de verdad. Lindo público, gente joven y no tanto, que estaban encantados con la posibilidad de hacer el circuito, ver distintas propuestas y comer algo rico cerca. Es un barrio con onda”, dice Gachi Prieto. Además, ya están agendados los próximos Gallery Day, organizados por la editorial Arte al Día: sábados 17 de Octubre y 28 de noviembre, de 12 a 16.
Cerca está la factoría creativa JT, de la pionera, Jessica Trosman (vecina del barrio desde 1997), en la calle Humboldt 291, con taller, showroom y café, hacia donde peregrinan los entendidos del arte, la moda, el diseño y la gastronomía. En su colección invierno trabajó con las estampas del pintor Vicente Grondona. Y está también Bubble Studios, centro de producción y fotografía que comanda Gaby Herbstein. Está a pasos de las tiendas de diseño de autor, los restó, las librerías, tiendas de diseño y las galerías de Palermo, como Elsi del Río, Quimera del Arte, Modos, Dain Usina Cultural, Thames y Forma.
Aunque tiene taller en el sur, en Prisma, Catalina León elige Villa Crespo para vivir. “En Villa Crespo veo cada vez más murales. La mayoría hechos con mucha destreza y dedicación. Lo cierto es que no todos me gustan y eso me gusta aún más. Se pliegan sobre una característica de Buenos Aires que aprecio mucho, que es su falta de planificación arquitectónica (aunque no vendría mal detener la demolición de algunas casonas y frenar un poco la arquitectura tipo caja de zapatos color beige despersonalizado). La superposición de formas que van de lo más llano a lo extravagante nunca dejan de sorprenderme y me alegra cuando en el aparente gris de pronto asoman colores brillantes y macetas acumuladas en ventanas. Entre esos colores y despliegues de universos personales aparecen los murales”, destaca. El arte callejero es otro highlight y lo aprovecha Graffiti Mundo (www.graffitimundo.com), que pasea turistas internacionales y domingo de por medio hace recorridos gratuitos para argentinos entre Colegiales y Palermo, donde se destacan los collage de stencils de Cambaio, que cubren las paredes de Tegui, los seres fantásticos de Georgina Ciotti, Zumi y Doma, las construcciones de Nerf, el humorismo urbano de Rundontwalk, las caligrafías de Nasa y Dano, y el activismo de Bs.As.Stncl. En Palermo, los más recientes son los de la serie #BAmuralesDUO, una iniciativa del gobierno porteño en la que doce artistas pintaron seis medianeras en Malabia y Córdoba (Lean Frizzera y Spok), Honduras y Humboldt (El Marian y Roma), Niceto Vega y Godoy Cruz (Alfredo Genovese y Gordito), Niceto Vega y Uriarte (Pant y Paul Loubet), y Cabrera y Humboldt (Grolou y Dame). El barrio va tomando color.
La transformación se extenderá más allá, cuando en octubre se inaugure FOLA, Fototeca Latinoamericana, un proyecto del experto en gestión cultural y apasionado por la fotografía Gastón Deleau. En el nuevo shopping de Irsa, Distrito Arcos, en una especie de hangar de 1200 metros cuadrados con acceso desde Godoy Cruz, esquina Güemes, se pondrá al alcance del público una colección de 250 fotografías (Vik Muniz, Luis González Palma, Nicola Costantino, Marcos López, Gabriel Valansi) y un programa intenso de actividades. Inaugurará con una serie de los ‘40 y ‘50 protagonizada por Frida Kahlo.
Publicada en Clase, El Cronista, 25/9/15.
Categorías:Circuitos, museos y patrimonio
Linda nota! el circuito de arte se expande y es bellísimo recorrerlo. El mural de la primera imagen es de Mart. quizás deberían agregar su nombre. 🙂 Saludos!
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