El arte de ayudar

Emocionar y comprometer, vocaciones de una feria en la que artistas, ONG y emprendedores ponen su trabajo al servicio de la solidaridad

Por María Paula Zacharías  | Para LA NACION
Lo último que pinté fue un banquito. También hice una escultura de un caballo tamaño natural y donaciones varias», recuerda Renata Schussheim. «Lo más raro que pinté fue un balero», se suma Duillo Pierri al conteo de objetos estrafalarios que los artistas intervienen y ceden para remates a beneficio. Ser artista debe ser una de las profesiones más generosas que hay, si se toma en cuenta la cantidad de acciones solidarias que los incluyen, además de los pedidos de obra para subastas altruistas, como las de Arca & Arte, Make a Wish, Mamba y Museo Sívori, entre otros. El arte cumple en estos casos una función monetaria: se va a manos de coleccionistas para juntar dinero, porque el gran tema de toda ONG es conseguir fondos.
Pero hay otros casos en los que el arte es la ayuda misma, y funciona como herramienta para la promoción social, la visibilidad, la dignidad y la alegría. Y en eso pone el foco Arte Espacio, Almacén de Arte, una feria que pone en diálogo al público con artistas reconocidos y emergentes, sin intermediarios, y que hace que entre por los ojos la labor de 20 ONG, para emocionar y comprometer.

Foto: Martín Lucesole

Por quinta vez, en Espacio Darwin, San Isidro, desde el viernes próximo, entre el trabajo de 160 artistas, se destacarán unas 20 muestras o instalaciones que dan cuenta del quehacer de las entidades filantrópicas más grandes del país, una acción llamada Por amor al arte. «Notamos la necesidad de dar buenos mensajes, y pensamos en comunicar a través del arte buenas acciones de todo ese mundo de gente solidaria a un público que viene a ver arte y se encuentra con puestas imponentes. Queremos que las 30.000 personas que nos visitan se sorprendan y se involucren. Con seis que queden comprometidos ya está puesto nuestro granito de arena», explica Julia Alemán, organizadora junto con Paula Sammartino y María von der Becke.

La feria siempre tuvo perfil humanitario, con una constante ayuda al Hospital Materno Infantil de San Isidro. Pero este año redobló su apuesta con el padrinazgo de Juan Carr, de Red Solidaria, y su mujer, María, artista. «Para mi generación la gran transformadora de la sociedad era la política. Pero mientras esperamos que la política recupere su espacio, que ya lo hará, lo más transformador y revolucionario en el buen sentido hoy es el arte. Tiene un valor per se para disolver tensiones. Reunirse en la Argentina lleva tiempo y enseguida surgen peleas, pero cuando hay una fragancia a violín, óleo o pluma, hay otro clima. Lo clásico es que un artista baile o cante y con lo recaudado se compren libros, comida o medicamentos. Pero últimamente vemos que el artista dona directamente lo que más ama, que es su arte», cuenta Carr. Por eso llevaron a Milo Lockett a pintar a Mendoza y a un violinista del Colón a tocar en diez comedores.

«Es un clásico que alguien hace un cuadro al óleo, el artista lo vende y dona un porcentaje. El suyo, porque el 50 por ciento va para la galería. ¡Pobre artista! En este momento la sociedad les cree a los artistas. Y por eso tienen un prestigio enorme.» Red Solidaria coordinó este entramado de entidades y artistas. «Queremos hacer una explosión solidaria», dice Aleman, mientras repasa las fotos de los árboles que poblarán el restaurante, un bosque ecológico creado por artistas con elementos en desuso para vender a beneficio de las ONG participantes. Curada por Andrea Sanguinetti, la integran piezas escenográficas de 2,5 metros hechas por Bony Bullrich, Gaby Horvat y otros.

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María y Juan Carr 
Foto: Martín Lucesole

ONG: Mundo Invisible y Red Solidaria
Obra que los acompaña: Caballitos de Potencialidades, intervenidos por Carlos Páez Vilaró y Cecilia Ibarguren
Frase: Acá nadie es espectador, todos nos involucramos, cada uno desde su lugar, dice Maríadaria

Además de pintar, María Carr lidera junto con Raku Sandoval Mundo Invisible, la prensa de los postergados, como les gusta llamarse. «Donde hay situaciones de dolor o necesidades, ese encuentro mágico que se genera con el arte muchas veces cobra otra dimensión. El arte tiene la capacidad de comunicar cuando faltan las palabras», detalla. Así lo vive con Alejandro Etchepareborda, un primo que tuvo un ACV a los 17 años y quedó con muy poca movilidad y sin habla. Hoy tiene 36 y pinta con ella. En Arte Espacio, Mundo Invisible mostrará sus pinturas y las de Reynaldo Prado, pintor wichi. El domingo 16, a las 16, Lockett pintará en vivo junto al cancionista Lucio Mantel. También organizaron un tejetón: cualquiera puede sumarse a unir cuadraditos de lana para hacer mantas para el hospital.

En la feria también hay de esas muestras colectivas en las que todos los artistas pintan un mismo objeto. Entre ellas está Red Conin, Fundación Hacer, que con NutriArte plantea una reivindicación del hábito de la mesa familiar, mediante platos intervenidos, con ambientación de la decoradora María Silvia Loitegui. La ONG Potencialidades presenta otra de esas acciones, con caballitos de calesita hechos con descartes de neumáticos intervenidos por Carlos Páez Vilaró, Felipe Giménez, Cecilia Ibarguren, Marcelo Albinati, Miguel Brea y Andrea Buddensieg. «Están a la venta para financiar siete ludotecas, lugares de contención a través del juego que Potencialidades tiene en barrios necesitados. Es una escuela de amor para 800 chicos. Los caballitos son símbolo de nuestra misión: jugar, reciclar y ayudar», explica Guadalupe Ibarguren, a cargo de las piezas de calesita hechas con un solo neumático, que sin pintar se venden a 1300 pesos.

Pinturas, collages, humor gráfico, escultura, fotografía y escritura. Juan Barros iba a ser abogado, pero quedó ciego por un accidente a mitad de la carrera. Su curiosidad y las ganas lo llevaron a abrirse camino. Se convirtió en artista y se licenció en Psicología, y ahora da talleres de arteterapia. «Ver no es el límite de la realidad. Creer en el camino lo abre», asegura este hombre, al que sus alumnos le muestran sus trabajos y le preguntan si están bien: «¡Qué sé yo, si no veo nada! Igual no miento, y los aliento. El arte sirve para tomar confianza en uno mismo. Si yo pinto, ¿cómo vos no podés?»

Foto: Martín Lucesole

En este particular almacén, dos entidades mostrarán muebles intervenidos como vías de sanación. Son La Huella del Borda, taller que es medio de recuperación psiquiátrica, con el padrinazgo de Decoradores Argentinos Asociados (DARA), y Camino a Jericó, que con su taller de reciclado de muebles saca de la calle a mucha gente. Para la muestra tuvo ayuda de la marca Elementos Argentinos. Restaurar… hasta el alma es el lema de esta organización que nació en la parroquia de San Pedro y San Pablo, por idea del padre Juanpi Contepomi. «Primero fue un comedor y desde 1998 fue un hogar. En 2008 se desligó de la parroquia y buscamos un emprendimiento laboral. Hoy funciona el Hogar Cura Brochero, donde entre 40 y 70 personas vienen a bañarse y lavar la ropa todos los días. Y el taller de reciclado de muebles está en proceso de convertirse en cooperativa de trabajo, porque de eso están viviendo siete personas que estaban en situación de calle», cuenta Mariano Navone, trabajador social que dirige el proyecto. Para Arte Espacio, dos artistas intervinieron sus muebles hechos con palets y maderas de alambrados.

Una decena de personas trabajan desde hace más de una década en La Huella del Borda, que tiene una concepción novedosa: «Contención social a través de una organización autopropulsada por la persona. El enfoque es desde la salud, no desde la enfermedad. Trabajamos con maderas de descarte o donación. Sobre esos restos de madera vamos elaborando muebles y objetos decorativos. Tiene que ver con el placer de trabajar. Incluso hay un caso de reversión legal de insania», cuenta Federico Bejarano, psicólogo social.

Más de 4000 colaboradores y 60 artistas plásticos llevan hechos 8000 m2 de murales en el programa PISO (Plan de Infraestructura Solidario) de la empresa Weber. Con materiales donados, desde 2005 hicieron 250 murales en escuelas, plazas, penitenciarías, hospitales, clubes de barrio y comedores. «El fin es recuperar espacios de importancia de la comunidad a través de la donación de materiales y capacitación a la mano de obra. Logramos el recupero de espacios públicos a través del arte, utilizando la técnica catalana trencadis, cerámicos partidos», dice Axel Plesky. Ya sumaron la ayuda de 70 distribuidores que les donan cerámicas que iban a descarte. «Los murales están en todas las provincias argentinas y pronto vamos a realizar uno en la Base Marambio», asegura. (La imagen de portada de esta nota corresponde a esta acción, obra de Florencia Delucchi).

Varias organizaciones ligadas a la infancia y la adolescencia (Unicef, Grano de Mostaza con su programa Sembrando creatividad, Aluba, Banco de Alimentos, Aldeas Infantiles S.O.S Argentina) recurrieron a la fotografía documental como la mejor herramienta para reflejar su trabajo cotidiano. Por ejemplo, Techo muestra la necesidad de su labor en la superación de la pobreza a través de 65 fotografías panorámicas del proyecto Vivir en la Tierra, realizado durante 2010 y 2011 en asentamientos de 14 países de América Latina por el fotógrafo Andy Goldstein. «Tenía el plan de fotografiar asentamientos. Era un proyecto de hace 25 años, que pude concretar gracias a que me acompañaron. No me lo pidieron, pero doné las regalías de la primera edición del libro que compila ese material, editado por Edhasa y Bloome, con grandes textos», cuenta Goldstein. Para su trabajo, se impuso reglas muy fijas, y los modelos decidían práctivamente todo: dónde, cómo, cuándo harían la toma. «Eran extremadamente concientes de que estaban posando. La antítesis de una instantánea, con la máxima dignidad posible. Techo establece un vínculo hermoso, hay mucha alegría, afecto. Pero la situación es dramática», diagnostica el fotógrafo.

En este marco, otras instituciones armarán instalaciones con su arsenal visual. Médicos sin Fronteras se mostrará en acción en campos de refugiados con una puesta en escena, con la colaboración de la decoradora Gloria César. Y las alianzas entre artistas y ONG siguen.

Foto: Martín Lucesole

En una cadena de favores, Arte Espacio pondrá en venta obra con formato chico donada por artistas expositores a beneficio del Hospital Materno Infantil de San Isidro. Los artistas ganan lugares en el cielo también con COAS, que con sus obras regaladas armó la expo de pintura Ayudar es un arte. Fundaleu cuenta con las pinturas de Duilio Pierri y Maggie de Koenigsberg. «Es importante que los artistas tengan una acción social, siempre controlando que los fondos vayan donde correspondan y que sean causas que valgan la pena. Cuando la iniciativa es honesta, en general, participo», cuenta Pierri.

Como los artistas también necesitan ayuda, este año se incorporará una alianza con Idea.me, la plataforma de financiamiento colectivo, con proyectos de Alejo Schatzky, Marina Tórtola y Alejandro González Álzaga que se financiarán con esta modalidad de micromecenazgo (idea.me/curadores/arteespacio).

Arte Espacio es ante todo una muestra de arte, por lo que también le rinde homenaje al maestro Gyula Kosice, 15 días antes de que parta hacia el Pompidou de París. El invitado este año es Hernán Dompe, y en el Espacio Federal convocaron a cinco artistas del Chaco. La muestra Atlas de Borges dará cuenta de los viajes del escritor y Kodama. Y más actividad. Sobran los motivos para visitar la feria. Y ayudar será todo un arte..

Más datos Arte Espacio Almacén de Arte. Del 13 al 18 de este mes, de 13 a 22. Multiespacio Darwin, hipódromo de San Isidro. www.artespaciosanisidro.com.ar

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Domingo 08 de septiembre de 2013 | Publicado en edición impresa



Categorías:Muestras, ferias y bienales

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