Sebastián de Ganay, artista franco-argentino, vive entre Viena, París y Buenos Aires. Debutó en la escena porteña en ArteBA 2004 con “Piqueteros”, y durante este otoño exhibe “Cajas máscaras más cajas”, en Daniel Abate Galería.
– ¿Qué le pasa a los personajes que están sobre pliegues detrás de acrílicos?
– Hace quince años que trabajo en abstracciones sobre soportes con pliegues. En pintura figurativa creo que es un ensayo de tridimensionalidad. Creo que si alguien se para al lado de la obra, de lejos parece un personaje más.
– Ernesto Bertani pinta sólo torsos porque dice que así sus personajes ganan anonimato y el espectador identifica mejor. ¿Pasa lo mismo con las caras tapadas con cajas?
– Absolutamente. Con las cajas, esos personajes somos todos. Son seres mitológicos, me recuerdan a los centauros, mitad humanos, mitad objetos.
– ¿Cómo nacieron?
– Primero hice esculturas. Las expuse en Suiza y de lejos las cajas de aluminio parecían de mudanza. Después me saqué una foto con una en la cabeza. Me gustó lo que ocurría y después tenía ganas de pintarlo. El sentido queda más abierto, ya no es un retrato.
– ¿Los personajes hablan?
– Las frases que dicen facilitan crear una imagen que se puede leer como una sensación mental. Acorta el alejamiento que produce el cajón que oculta las caras.
– ¿Qué función cumplen las marcas internacionales que incluye como collages?
– Me gusta como queda una marca muy conocida, como Dior, Escada, Gucci, al lado de retratos que no tienen nada que ver. Los logos son abstracciones del mundo que los rodea. El choque entre las palabras y las imágenes genera risa.
– ¿Y qué pasa en los autorretratos?
– Me gusta el arte con humor, no creo que el arte deba ser serio. Me gusta hacer caras monstruosas. Son una forma de reírme de mí mismo. Además me postulo como objeto de consumo, como alimento en una bandeja. Pienso que el arte puede ser esto. Me burlo de todo, sobre todo de mí.
Hasta el invierno, en Pasaje Bollini 2170.
LNR, 17-4-5
Categorías:Artistas
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