Por ser un buen compañero

Así fue como Jorge Paz, Luis Geddes y Javier Durand, luego de cumplir sus tareas administrativas y contables, viajaban hasta San Juan y Boedo para desplomarse en el piso del atelier de Mlynarzewicz y dejarse llevar por el vino tinto y la charla, en las 150 sesiones que le llevó la obra durante un año. «Todavía no está terminada», advierte el artista, que no sabe si lo estará dentro de una semana o dentro de un año más. Igual, no están apurados.
Inspirados por las Venus del Bellas Artes, alguno prefirió despojarse de la ropa y prestar al pintor la viva imagen de su anatomía. Los zapatos desaparecen en todos los casos, para reflejar un momento distendido. La obra se llama Compañeros de trabajo, que es lo que son. También de Mlynarzewicz, que da clases de pintura en la Asociación desde hace 9 años. «Retratarlos a ellos y no a otros personajes del museo es una toma de posición, como todos mis temas. En la obra se ve esa búsqueda de afinidades, ese sentirse parte… ese ser compañeros de laburo», explica Mlynarzewicz. .
María Paula Zacharías
Categorías:Muestras, ferias y bienales
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