MAR DEL PLATA (Especial).- Como en todas partes, los animales de Mar del Plata tienen diversa suerte. Para muestra, estas postales del Puerto de Pescadores. Frente a los tradicionales barcos anaranjados hay escenas de plenitud, como la de estos lobos marinos que parecen sonreír en lo más profundo de sus siestas. Los turistas se acercan con cuidado a sacarles fotos, un acordeonista toca canciones marineras y el sol reconforta hasta los huesos.
La paz sólo se interrumpe un poco cuando se acercan los perros locales, decididos a disputarles el patronazgo de esa vereda. Algunos los vigilan desde lo alto. Otros les comunican en la cara su desagradable olor con ladridos indignados.
Impasibles, los lobos responden con bostezos.
María Paula Zacharías
Categorías:Viajes
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