Un panadero ofrece trabajo a sus ladrones

Un panadero de la ciudad bonaerense de San Nicolás, por medio de un diario local, ofreció trabajo a los delincuentes que lo asaltaron la semana última a cambio de que le devuelvan los documentos que le robaron.

El martes último, dos asaltantes entraron a robar en Los Gringos, una panadería situada en Savio 1701, del barrio Güemes, en la mencionada ciudad. Se llevaron 1100 pesos y un portafolio con documentos pertenecientes al dueño del negocio.

Luego de haberlos perseguido a tiros, Antonio Patullo, de 52 años, espera ahora que vayan a trabajar con él para «recuperarlos» de la mala vida que llevan.

Pero ésta no será la primera vez que el comerciante emplee a un ladrón. Según dijo a La Nación , una vez convirtió a un delincuente en «un hombre de bien» al darle trabajo.

El viernes último, Patullo afirmó en el diario El Norte de San Nicolás que si los ladrones le devolvían los documentos, él les daría trabajo.

«Lo que les pido a los que me robaron es que me devuelvan los documentos, nada más (…) Les digo, sinceramente, que me comprometo a darles trabajo… Si vienen, yo me olvido de lo que sucedió y se ponen a trabajar aquí sin devolverme lo que me rapiñaron», sostuvo.

En el portafolio llevaba su DNI, su cédula, las tarjetas, la cédula verde de su automóvil y una foto de la Virgen de San Nicolás.

Ayer, Patullo relató a La Nación que ya atravesó por circunstancias parecidas. Hace varios años, llevó a trabajar a la carnicería que tenía entonces a un hombre que robaba y, por eso, nadie le daba un empleo.

Un día, Patullo lo hizo entrar en su negocio y le dio algunas tareas. «Me gustó cómo trabajaba; hablamos y me prometió que iba a cambiar.»

El hombre -de quien prefirió no revelar la identidad- resultó ser un buen empleado. Según el comerciante, se convirtió en un hombre de bien y nunca más volvió a robar.

«Ahora me dan lástima estos chicos. Se nota que son inexpertos. Yo los podría haber matado», afirmó.

Luego aclaró que su propuesta no encierra una emboscada, sino que sinceramente cree en la recuperación de los delincuentes y busca evitar futuros asaltos.

El panadero arengó: «Que vengan que no habrá problemas, yo les voy a pagar; este país necesita jóvenes que trabajen, pero hay que darles trabajo. Esperemos que recapaciten».

«Yo pienso que se van a acercar; yo tengo fe». Patullo es cristiano y muy devoto de la virgen de su ciudad.

Vive en San Nicolás desde siempre. Sus empleados no tienen quejas. «Da trabajo a todo el mundo, y no falla nunca en el pago», aseguró una mujer que trabaja con él desde hace seis años.

EL ROBO A LOS GRINGOS

El martes último, a las 4.10, entraron en Los Gringos dos muchachos armados, de alrededor de 20 años.

«Sonamos», pensó Patullo. Desde hace nueve años posee la panadería y nunca lo habían asaltado.

Los malhechores le pidieron la cartera marrón que tenía a la vista. El comerciante, desesperado, les pidió que se llevaran cualquier cosa menos eso.

También le pidieron que abriera la caja registradora. Debido a los nervios del momento, cometió un error en la máquina. Cuando finalmente logró abrirla, uno de los ladrones le dio la espalda y entonces Patullo le «manoteó el arma» y empezó a gritar.

Sus dos empleados estaban haciendo bizcochos en el horno del fondo y no se enteraron de lo que pasaba hasta que sintieron la voz del panadero y acudieron en su ayuda.

«El ladrón era chiquito, así que le pegué y se le cayó el arma», relató Patullo. En ese momento, el maleante logró escaparse.

Uno de los empleados le tiró un instrumento de cocina en la espalda, pero los cacos huyeron con los $ 1100 y los documentos. «Yo agarré el arma, lo corrí, le disparé, y le debo de haber dado en alguna parte del cuerpo», describió.

«Agarré el auto -continuó- y el revólver y salí a buscarlos.» No los encontró. Luego se arrepintió de haber reaccionado de esta forma.

Aclaró que los delincuentes no lo maltrataron. Conocen a Patullo, porque sus hermanitos van a pedirle el pan que le sobra.

El comisario José Ferrari, de la policía departamental de San Nicolás, no cree que los maleantes aparezcan: «Con mis 27 años de experiencia, esta propuesta me parece un chiste».

Destacó la diferencia entre hacer semejante ofrecimiento en los medios y hacerlo realmente. El comisario afirmó que, si se presentan, el panadero debería avisarles para que los detengan y luego la Justicia decidiría. .

María Paula Zacharías

Martes 15 de mayo de 2001 | Publicado en edición impresa

Link: http://www.lanacion.com.ar/305247-un-panadero-ofrece-trabajo-a-sus-ladrones



Categorías:Cultura y sociedad

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