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Materiales no convencionales, el sello distintivo de Vik Muniz

Por pzacharias el May 19, 2015 • ( 1 )

Arte con basura, azúcar, diamantes, caviar o chocolate… Pasado mañana se inaugura la exposición Vik Muniz Buenos Aires, del gran artista brasileño Vik Muniz. En el Museo de la Universidad Nacional Tres de Febrero, Centro de Arte Contemporáneo, reúne 20 años de su producción, siempre abocada a reflexionar sobre la naturaleza de las imágenes y a experimentar con materiales no convencionales. «Vik es un fotógrafo que se pregunta por la fotografía, sus condiciones de producción y de lectura. Su propuesta estética trabaja en la tensión entre proceso y obra», dice Diana Wechsler, directora del espacio.

Vik Muniz nació, en 1961, en San Pablo. Vive y trabaja en Nueva York y en Río de Janeiro. Ha expuesto en destacados museos y sus obras forman parte de colecciones como el Instituto de Arte de Chicago, el Museo Paul Getty, el Museo de Arte Moderno de San Pablo y el Museo Victoria and Albert de Londres, entre otros.

Participa en proyectos educativos y sociales en Brasil y Estados Unidos. En 2011, la Unesco lo designó embajador de Buena Voluntad y en 2013 recibió el Premio Cristal otorgado por el Foro Económico Mundial. En 2014 culminó la construcción de Escola Vidigal, una escuela de arte y tecnología para niños de bajos recursos.

Vik Muniz Buenos Aires se inaugurará pasado mañana, a las 13, en el Museo de la Universidad Nacional Tres de Febrero, Centro de Arte Contemporáneo (sede Hotel de Inmigrantes, Av. Antártida Argentina 1355). Con entrada libre y gratuita, permanecerá abierta hasta el 14 de septiembre, de martes a domingos de 11 a 19. Los sábados y domingos a las 17 habrá visitas guiadas. Se dictarán talleres, se presentará el video de Lampedusa, la instalación flotante que preparó para la actual Bienal de Venecia, y el film Wasteland (nominado al Oscar al mejor documental).

Aterrizando hoy en el país, Muniz cuenta a LA NACIÓN qué hay detrás de cuatro de las imágenes que se verán en la muestra:

Buenos Aires (2015). Esa imagen de la serie Postales de ningún lugar fue preparada especialmente para la muestra. “Esta realizada a partir de de cientos de fragmentos aleatorios de tarjetas postales reales. Es como una imagen mental, ambigua y fracturada, de la memoria de un determinado lugar. Buenos Aires, como toda metrópoli, se define a través de la complejidad de sus texturas. La idea de esta serie es justamente exponer la fragilidad de los estereotipos. Para mí, personalmente, Buenos Aires se dibuja en las arquitecturas metafísicas de Borges y Cortázar, una ciudad literaria casi imaginaria que visité pocas veces, pero que siempre procuro imaginar a través de referencias secundarias, y por lo tanto, es una ciudad ideal para esta serie”.

Beso en Times Square (1988/1995). Recreación de fotos históricas en dibujos que luego registra en fotografías fuera de foco. “Esta serie introduce el tema de la memoria en mi trabajo. Son fotos de dibujos hechos enteramente a partir de lo que conseguía recordar de las famosas imágenes del libro Lo mejor de Life, que yo había perdido. La idea era desarrollar una imagen puramente mental, que pudiese pasar por la original, en una especie de zona neutra entre la representación y la interpretación. Los dibujos fueron realizados durante dos años (cada vez que me acordaba de algo, sumaba aquella información al dibujo). Una vez que eran satisfactorios, eran fotografiados ligeramente fuera de foco e impresos en half tone, retícula ampliamente utilizada para impresiones en off-set, el mismo lenguaje gráfico que traían las imágenes la primera vez que las vi. El círculo de representación, conciencia, memoria y representación nuevamente se cierra. Es una serie seminal para toda mi obra siguiente, porque trata a la cultura visual con la ambigüedad subjetiva que le compete. Desde mi adolescencia he leído a McLuhan mientras mis amigos leían a Marx. Todo lo que trasciende los sentidos inmediatos son imágenes. Este gran mundo en que vivimos está hecho de ellas, y no de las personas o los hechos”.

Nube Nube, Manhattan (2002). En Imágenes de nubes reúne dibujos lineales de nubes hechos en el cielo por una avioneta de publicidad. “Las nubes son perfectos ejemplos de la compulsión de nuestra especie por la interpretación. Son formas simples en las que se puede observar cómo la mente se encarga de proyectar sentidos en las formas más básicas y primitivas. O de crear una nueva que es al mismo tiempo realidad y lenguaje, materia y símbolo. Lo más interesante de esta serie es que por más que tienen designado el significado de nube en la forma hecha por el avión, el público consigue proyectar sus propias versiones, como guante de béisbol o caracol. Todo dibujo busca un fin, un significado. Representación e interpretación son procesos ideales para el mantenimiento de estos instintos primarios. Toda técnica artística fue desarrollada a partir de necesidades conceptuales. Los materiales fueron gradualmente encontrando sus formas y sus procesos a partir de las exigencias físicas para la aproximación a una idea, una memoria o visión. La fotografía hace que cualquier material sirva para representar cualquier idea, ella ecualiza las prácticas y atomiza las jerarquías materiales en nuestros procesos artísticos. Después de todo, proceso o materia, todo se convierte en imagen”.

Elizabeth Taylor (2004). La serie Imágenes de diamantes agrupa retratos de figuras del cine hechos con pequeños diamantes. Hizo lo mismo después con caviar. “Jean-Luc Goddard tiene una frase maravillosa que define esta faceta de mi obra: ¡Ce nes’t pas du sang, ces’t du rouge! Una imagen de basura vale lo mismo que una de diamantes; el énfasis está mucho más allá de mi capacidad y talento para crear representaciones con materiales raros. La idea principal de la manera como utilizo estos materiales es justamente demostrar los efectos desensibilizadores, los filtros retóricos de la entropía semántica que la imagen proporciona”.

Viento del noreste, a la manera de Winslow Homer (2010). En Imágenes de papel reconstruye imágenes de la historia del arte y la fotografía con pedacitos de papel. “El proceso de creación es razonablemente simple pero su ejecución es bastante complicada. Uso la computadora para simplificar la imagen al límite de su reconocimiento. A partir de ahí, identifico los colores y siguiendo esa guía, voy montando los colores por capas, pedazo por pedazo, en un collage completamente manual. El significado de la imagen emerge de una negociación entre lenguajes digital y analógico, manual y mecánico. Mi trabajo es también una crónica de la transición de la consciencia visual de lo analógico a lo digital. La yuxtaposición de tecnologías hace que la mirada se torne rehén del proceso en el que la diferencia entre lecturas configura una especie de rompecabezas visual. La elección de las obras de las que parte esta serie tiene que ver con una cierta ambigüedad en relación a la abstracción. Es justamente cuando la visión busca una razón en medio de un cierto caos simbólico que estas diferencias de procesos se tornan más visibles. Una meta-imagen es siempre resultado de un paradigma visual. Hacer arte es saber crear problemas ciertos”.
La Nación Cultura, Martes 19 de mayo de 2015 | Publicado en edición impresa